Ambrose Akinmusire irrumpe con fuerza en "When The Hearts Emerges Glistening"

Ambrose Akinmusire es un joven trompetista que hace tiempo que dejó de ser una promesa para convertirse en una referencia de su instrumento. Lo hemos visto como colaborador de músicos como Esperanza Spalding, Walter smith III, Steve Coleman, Paco Charlín en su disco The Game o en varios discos de David Binney, dónde ya había demostrado su talento con creces.

Pero su verdadero paso de gigante lo acaba de dar con su debut a lo grande en el mítico sello  Blue Note Records y con el título "When the Hearts Emerges Glistenig". Le acompaña en este álbum su quinteto habitual formado por Gerard Clayton al piano, Harish Ragahvan al bajo, Justin Brown a la batería y el saxofonista alto Walter Smith III que se ha convertido en inseparable del trompetista con el que también comparte cartel en el útimo trabajo de Smith para Criss Cross.
Akinmusire representa una nueva generación en el jazz, heredera de los llamados "Young Lions" de los 80 pero con un bop actualizado y modernizado por las influencias estilísticas de su época. En  "When the Hearts Emerges Glistening" el joven trompetista pone de manifiesto que además de ser uno de los trompetistas más interesantes del momento, es un gran compositor ya que aquí hay verdaderos standars modernos como la canción que abre el álbum "Confessions To My Unborn Daughter", una extraordinaria tarjeta de presentación del álbum en la que tras una intro a capella de trompeta empiezan a sumarse los demás miembros de la banda hasta que aparece el saxo de Walter Smith dialogando con la trompeta de Akinmusire y ya quedas atrapado en un disco que no podrás dejar de escuchar. O como "Henya" un tema al más puro estilo Terence Blanchard que es una auténtica delicia.
A lo grande se ha impuesto el joven trompetista, que fue descubierto por Steve Coleman con tan sólo 19 años, en el panorama del jazz, un disco que ha cosechado muy buenas críticas, sin duda merecidas y que augura una fructífera trayectoria la de Ambrose Akinmusire que ya puede quitarse la etiqueta de promesa porque aquí está la realidad.