jueves, 27 de septiembre de 2018

Wayne Shorter regresa a lo grande con un álbum triple y una novela ilustrada: EMANON

Menudo 2018 llevamos. Y eso que todavía no sabemos como va a terminar. Empiezo por la publicación del Bootleg Series nº 6 que Columbia publica de Miles Davis y que contiene nada menos que varios conciertos de la legendaria y última gira del Miles Davis Quintet con John Coltrane. Hay pocas cosas tan grandes en la historia del jazz.

Continúo con el acontecimiento jazzístico del año, la publicación de "Both Directions at Once" un disco inédito de John Coltrane, que va a señalar al 2018 como un año mítico.

Y ahora, de golpe y porrazo, habla otro gigante. Una de las leyendas vivas más importantes, sin ninguna duda, y eso que también está vivito y coleando Sonny Rollins. Wayne Shorter publica un nuevo álbum. Y lo que ya de por si, es un gran acontecimiento: un nuevo álbum de este gigante, se convierte en un hecho histórico porque publica un triple álbum acompañado de una novela gráfica escrita por él mismo y Mónica Sly con las ilustraciones fantásticas de Randy Duburke.

"Emanon" es el nombre del álbum, novela gráfica y el protagonista de las 4 historias que se relatan en la novela y que tienen mucho que ver con la libertad del individuo.

Pero más allá de la novela gráfica, del precioso diseño y del lujoso formato que Blue Note ha producido para este tesoro, y que,todo hay que decirlo, tiene un precio bastante elevado, lo que más interesa es que es un triple álbum de Wayne Shorter.

El Wayne Shorter Quartet formado por Danilo Pérez, John Patitucci y Brian Blade, ha protagonizado algunos de los mejores momentos del jazz del siglo XXI. Y eso que Wayne Shorter es uno de los grandes compositores y grandes saxofonistas de la historia del jazz. Desde álbumes míticos como "Night Dreamer", "Ju Ju", "Speak no Evil", "Adam's Apple", la colaboración con Milton Nacimiento en "Native Dancer" y un largo etc. como reza otro de sus álbumes míticos. Por no hablar de Weather Report y todas las obras maestras que grabó junto a Miles Davis.

El legado de este gigante es tan grande que resulta increíble que cuando hablamos de su cuarteto actual, no sólo es que resista la comparación con su anterior obra, es que forma parte de ella con nuevos capítulos a la altura de sus mejores trabajos. Y esto se debe a que no pretende hacer lo que ya hizo en anteriores etapas, sino a que hace música de ahora y de hoy y además con la calidad y el espíritu de búsqueda de siempre y al nivel musical de siempre. Por eso resulta admirable el nivel de este cuarteto y como ha evolucionado la música del saxofonista con esta formación que nos ha dejado grandes álbumes como "Footprints", "Beyond the Sound Barrier" o el último disco hasta la fecha "Without a Net". Ahora, en este triple cd, vuelve a dar un paso más, con un trabajo en el que junta en el primer cd a su cuarteto con la Orpheus Chamber Orchestra uniendo en un mismo lenguaje el cuarteto de jazz con la música de cámara y explorando un camino que pocas veces sonó tan coherente como en esta propuesta. Del primer tema "Pegasus" ya habíamos escuchado una versión en su anterior trabajo aunque en aquella ocasión al cuarteto lo acompañaba Imani Winds.

Los otros dos cd contienen dos directos del cuarteto, esta vez con temas más largos de lo que venía siendo habitual en sus directos y por tanto en una versión más abierta que en sus anteriores propuestas. Una auténtica delicia escuchar a esta working band que con el paso de los años se ha convertido en una de las formaciones más importantes del jazz del nuevo siglo.

Wayne Shorter a sus 85 años ha realizado su obra más ambiciosa en nada menos que 60 años de carrera. Y lejos de hacer una música revisionista, que sin duda se habría ganado ese derecho, ofrece cada día nuevos horizontes transmitiéndonos su sabiduría acumulada pero mirando al frente e innovando como si estuviera empezando su carrera musical.

En el mismo año que Coltrane nos regala nueva música que nunca había sido oída, como si quisiera decirnos que aún sigue en la cresta de la ola, otro gigante y contemporáneo suyo, nos regala un proyecto que trasciende cualquier etiqueta musical y que sin duda demuestra que Wayne Shorter no es que esté en la cresta de la ola, es que es the fucking cresta de la ola.

La verdad es que lo único malo de este trabajo es su excesivo precio. Pero, qué demonios! es un nuevo trabajo de Wayne Shorter, y su proyecto más ambicioso. Y qué proyecto!

Steve Coleman regresa al directo con sus Five Elements con "Live at the Village Vanguard"

La última ocasión en la que pudimos escuchar a los Five Elements en directo registrado en un álbum, fue con aquel "Curves of Life" que ya data de 1995. 10 álbumes después, con esta formación y 23 años más tarde, vuelve al directo con el fantástico "Live at the Village Vanguard, Vol I (The Embedded Sets), lanzado en Pi Recordings. Una fantástica noticia que se hace mejor teniendo en cuenta que contiene 2 CDs con 2 sets de sus actuaciones en el mítico club del Greenwich Village en 2017 y que todavía se hace mejor al adelantar ya, gracias a que este se titula vol 1, que habrá una segunda entrega.

Aunque hay que decir que el saxofonista es un músico prolífico, y que cada año prácticamente lanza al mercado un nuevo trabajo, el oír una grabación de su formación más mítica en directo, es algo largamente esperado por todos aquellos que admiran a esta leyenda de la música contemporánea.

Sus dos trabajos anteriores fueron obras en las que primaba más la composición, y en la que se hacía muy difícil diferenciar entre las partes improvisadas y las compuestas. "Synovial Joints” y "Morphogenesis" fueron dos trabajos excepcionales. Y también sus anteriores trabajos en estudio de los Five Elements están entre sus mejores trabajos de siempre. Pero el directo, es otra cosa. Con mucho más espacio para la interacción y la improvisación, lo que nos ofrece un repertorio más abierto y que ofrece una cara diferente de esta genial banda.

Sus acompañantes son los habituales del saxofonista en los últimos años, y gracias a lo cual, han conseguido un nivel musical casi telepático. Jonathan Finlayson a la trompeta, Miles Okazaki a la guitarra, Anthony Tidd al bajo y Sean Rickman a la batería logran que el mayor exponente del M-Base siga regalándonos verdaderas joyas como esta. Ya tengo un favorito para mejor disco del año.

Para cuando la segunda entrega? Esperaremos.