martes, 22 de julio de 2008

Marcelino Galán - Zinco



Tras nada menos que zinco años del anterior y primer trabajo de este genial guitarrista coruñés, el revelador "Roho", editado en Xingra, Marcelino Galán vuelve a deleitarnos con su música. Zinco es el apropiado título de un disco en el que zinco músicos desgranan las sugerentes composiciones del guitarrista y en el que se respira compañerismo y fraternidad. Por eso Marcelino lo llama Zinco, porque la grabación es un ejemplo de entendimiento y de compañerismo musical entre unos grandes músicos que ya se las han visto en mil y una batallas. Integran el quinteto Pablo Castaño al saxo alto, Mauel Gutiérrez al piano, Xacobe Martínez Antelo al contrabajo y Max Gómez a la batería.


El disco comineza con una preciosa intro de guitarra que precede al tema Superkurt, en homenaje a una de las principales influencias de Marcelino, y que sirve para meterte de lleno en esta interesante experiencia que es descubrir el disco. Un tema que resume muchas de las principales influencias de Marcelino, como son Rosenwinkel, Mark Turner o Chris Cheek. Un intrincado solo de Marcelino bailando sobre la armonía y creando una gran tensión da paso al sonido profundo de Pablo que demuestra lo bien que le está sentando su periplo neoyorkino.


Campeonciño es el segundo corte, a modo de homenaje al gran Richard, en el que un motivo de bajo doblado con piano encuentra respuesta en la guitarra y el saxo, para ofrecernos uno de los temas más rítmicos del álbum en el que por cierto, el guitarrista nos deleita con uno de los mejores solos del disco, que preciosidad!


Castaño oscuro, en homenaje al saxofonista Pablo Castaño, es la primera blada del disco, un tema que rebosa clase, una composición muy intimista y nocturna y un tema atemporal en el que Pablo nos hace estremecer con el sonido de su saxo.


Waitng 4 Max es un vertiginoso tema al más puro estilo hard bop aunque con reminiscencias de otros estilos, y en el que el homenjeadoe en este caso, el batería Max Gómez da buena muestra de su capacidad y estilo. Manolo nos deleita con un solo espectacular en el que a modo de trio con Xacobe, que está siempre impecable y Max nos hace volar.


El pequeño Lucas es la otra balada del disco, en la que el grupo nos da otra lección de clase. Después una nueva versión de uno de los clásicos de Marcelino "Mókina" que ya estaba incluída en Roho pero que aquí, con otra instrumentación, cobra un nuevo valor, aunque es un tema espectacular.


Xacoblues, obviamente es un homenaje al gran Xacobe y este es un tema muy especial de este disco, es una canción tan bella que uno nunca se cansa de escucharla porque es algo más que una canción, es como un sonido natural que a uno le gustaría que le acompañase a todas horas. Marcelino, único solista aquí, nos regala un solo, que igual que canción no es solo un solo, es una melodía, como la melodía de este tema que es una auténtica delicia.


Como plato final, emiles, que no es necesario que diga a quien homenajea, y que constituye un perfecto final, el tema más desenfadado del disco y a la vez el más diferente pero que te deja con esa sensación final perfecta de quien sabe que acaba de escuchar algo grande. Una enrevesada melodía de saxo y la guitarra distorsionada, en este caso, de Marcelino da pie a unas improvisaciones cargadas de energía para acabar todos sumándose al solo del pianista y poner fin a una grbación muy especial.


Zinco constituye sin duda un paso de gigante para el jazz gallego, Marcelino, una vez más demuestra que además de un gran guitarrista, es un gran compositor y que su música está en una onda más que interesante del jazz actual. Un acierto el concepto, con la guitarra como instrumento más melódico que armónico.

viernes, 4 de julio de 2008

Open Doors - Abe Rábade en estado puro


Open Doors ya está en la calle. El nuevo trabajo del gran pianista compostelano Abe Rábade es sin duda un gran acontecimiento para los amantes del jazz. Open Doors es la segunda entrega del GHU! project, una grupo volátil con el que Abe trabaja en formatos distintos al habitual, que es su trio.

Si en la primera entrega, el grupo era un quinteto, más la guitarra de Michel González en un par de temas, en Open Doors, Abe amplía formación con dos vientos más que conforman un septeto de lujo formado por Perico Sambeat (saxo alto), Jesús Santandreu (saxo tenor), Chris Kase (trompeta), Alan Ferber (trombón), Nelson Cascais (bajo) y Bruno Pedroso (batería).

En Open Doors Abe habla sobre lo que les cotidiano o lo que le es cercano, así le dedica un tema a su hermana, a Compostela e incluso a la catástrofe del Prestige. La música 100 % al más puro Abe, con sus frenéticos cambios de rítmo, con mucho hard bop y sobretodo con mucho respeto y conocimiento a la tradición y un gusto exquisito en la composición y en las improvisaciones. Refiriéndonos a estas, hay que destacar que en un grupo con esta calidad de solistas, como no podía ser de otra manera, las improvisaciones son uno de los puntos fuertes del disco, tanto por su calidad como por su variedad ya que la variedad y riqueza tímbrica del disco nos ofrece una amalgama de colores y sensaciones.

El grupo suena como un todo, muy bien empastado, y los arreglos me parecen muy originales ya que no suena como una mini Big Band, como cabría esperar, sino que el resultado final es algo totalmente distinto porque nunca tienes la impresión de estar ante una orquesta sino ante un grupo. No sé si me explico pero eso es lo que siento. Por otro lado, Abe está soberbio, sirva de ejemplo la bonita introducción que abre el disco.

Open Doors representa un paso más en la brillante carrera de el pianista gallego, y este es un paso de gigante. Con su anterior trabajo Playing on Light, la crítica se rindió por fin ante él eligiéndolo como el mejor disco de jazz español del año, en esta ocasión, la rancia revista Cuadernos de Jazz vuelve a menospreciar el trabajo del gallego dándole una modesta puntuación de 3 estrellas sobre cinco. Que manía de ponerle puntuación a los discos, ¿no pueden simplemente comentarlos y que cada uno juzgue según su criterio? Claro luego pasa lo que pasa, que al disco Heartcore de Kurt Rosenwinkel le ponen una estrella y se quedan tan panchos. Un a estrella!!! es decir, un disco malo. je je je, me río de janeiro. ¿Como rayos van a gozar de credibilidad?

En fin, este es otro debate pero lo cito aquí porque no entiendo que le pasa a esta peña con el trabajo de Abe. Resumiendo y para terminar, Open Doors, un disco magnífico.