Herbie Hancock, el eterno juvenil, está más que nunca en el candelero. Su disco River: the Joni Letters ha ganado el Grammy al mejor álbum del año en todas las categorías. Esto, que puede parecer una chorrada viniendo de alguien que aborrece este tipo de premios, tiene su importancia: primero porque es un gran álbum gane o no el premio grammy; y segundo porque no es habitual que este tipo de discos se imponga sobre todos los superventas del mundo mundial.
Que este disco obtenga el reconocimiento de todo tipo de públicos es algo muy dificil de conseguir. No vamos a entrar en el debate de si este disco es más o menos comercial que otros del género. Este no es el debate y además carece de total importancia. Que sea un disco de más facil escucha que, por ejemplo el de Ornette, no quiere decir que no estemos ante uno de los mejores discos que el 2007 nos ha regalado.
Para empezar, los músicos son Wayne Shorter, Dave Holland y Vinnie Colaiuta, que por cierto están soberbios. Wayne Shorter es un Dios. Luego está el repertorio, varias canciones de Joni Mitchel adaptadas a la propia visión del maestro Hancock más una versión alucinante de Nefertiti. Y para rematar, el gran elenco de vocalistas que participan en el disco: Norah Jones, Tina Turner, Corinne Bailey Rae, Joni Mitchell...
River es un disco lleno de matices, de momentos mágicos, un disco con un clima especial. Es un disco sin complejos, que a partir de un repertorio popular crea un sonido y una música como sólo los grandes saben hacerlo.
El que haya ganado un premio de estas características es bueno si esto contribuye a que llegue a un público mayor. Ningún purista puede acusar a Herbie de hacer una música para el gran público, creo que estos músicos ya están por encima de esto y así lo demuestran sus trayectorias. Han hecho un álbum genial y eso es lo importante. ¿Y qué si gana el grammy? a mí me gusta igual.
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