jueves, 28 de junio de 2007

Entrevista de Paul Desmond a Charlie Parker


PAUL DESMOND: […] esa música porque hay muchos músicos buenos tocando en ese disco, pero el estilo del saxo alto es tan diferente del resto del disco y de lo que le precedió. ¿Te dabas cuenta en esa época del efecto que ibas a tener sobre el jazz, de que ibas a cambiar toda la escena en los siguientes 10 años?
CHARLIE PARKER: Bueno, por así decirlo: no, no tenía ni idea de que fuera tan diferente.
JOHN McLELLAN: Me gustaría meter una pregunta si no os importa. Quisiera saber a qué se debió este cambio tan brusco. Después de todo, hasta ese momento la forma de tocar el alto era la de Johnny Hodges y Benny Carter, y éste parece ser un concepto totalmente distinto, no sólo con respecto a la forma de tocar el instrumento, sino para la música en general.
PAUL DESMOND: Sí, para cualquier instrumento.
CHARLIE PARKER: Bueno, para eso no creo que haya respuesta. Es simplemente una forma [comentarios inaudibles] de hablar, John. Eso es lo que decía cuando empecé a hablar, ésa fue mi primera idea, la vía que creía que debía seguir, aún hoy lo creo. Me explico, por supuesto que caben muchas mejoras. Lo más probable es que dentro de 25 años, quizás 50, aparezca algún joven que coja este estilo y realmente haga algo con él. Pero… lo que quiero decir es que, desde la primera vez que oí música, siempre he pensado que ha de ser limpia, muy precisa, tan limpia como sea posible, vamos. Y más o menos para el público, sabes, algo que pueda comprender. Algo que sea hermoso. Hay un montón de historias que se pueden contar con el lenguaje musical. No diría lenguaje, pero es tan difícil describir la música de otra forma que no sea la más fundamental, ya sabes, básicamente melodía, armonía y ritmo. Pero, lo que quiero decir es que se puede hacer mucho más que eso con la música. Puede ser muy descriptiva de miles de formas, para toda clase personas. ¿No estás de acuerdo, Paul?
PAUL DESMOND: Sí, y tú siempre cuentas una historia cuando tocas. Es una de las cosas más impresionantes de todo lo que he escuchado de ti.
CHARLIE PARKER: Ése es más o menos el objetivo, así es como creo que debería ser.
PAUL DESMOND: Otro de los principales factores en tu forma de tocar es tu formidable técnica, que nadie ha conseguido igualar. Siempre me ha llamado la atención eso, también… Si hay…, si se debe a realizar horas de práctica o si se debe simplemente a tocar; si ha evolucionado de forma gradual.
CHARLIE PARKER: Bien, me lo pones difícil, porque no veo qué tiene de formidable. He dedicado muchas horas al saxo, eso es cierto. De hecho, los vecinos amenazaron a mi madre con exigirle que nos mudáramos cuando vivía allí en el Oeste [en Kansas City]. Ella me dijo que les estaba volviendo locos con el saxo. Solía tocar al menos 11... de 11 a 15 horas al día.
PAUL DESMOND: Sí, a eso me refería.
CHARLIE PARKER: Sí, eso es cierto. Lo hice durante un período de tres o cuatro años.
PAUL DESMOND: Bueno, supongo que ésa es la respuesta.
CHARLIE PARKER: Ésos son los hechos, en cualquier caso [risas].
PAUL DESMOND: Hace un par de meses escuché un disco tuyo que, por alguna razón, me había perdido hasta ahora, y oí una breve cita de dos compases del libro de Klosé que me sonó como un eco familiar… [Desmond tararea la cita]
CHARLIE PARKER: Sí, sí. Todo eso lo hice con libros, ¿sabes? Naturalmente no se hizo con espejos, esta vez fue con libros.
PAUL DESMOND: Bien, reconforta oírte decir eso, porque yo pensaba que de alguna forma habías nacido con esa técnica y que nunca tuviste que preocuparte mucho por ello, por mantenerla.
JOHN McLELLAN: ¿Sabéis?, me alegro de que salga este tema, porque creo que hay muchos músicos jóvenes que tienden a pensar que…
PAUL DESMOND: Sí, lo hacen. Acaban de salir…
JOHN McLELLAN: …no es necesario pasar por esto…
PAUL DESMOND: … y tocan en sesiones y viven la vida, pero no le dedican 11 horas al día con ninguno de los métodos.
CHARLIE PARKER: Oh, desde luego que el estudio es totalmente necesario, en todas sus formas. Es como si cualquier talento innato en alguien... es como un par de zapatos cuando se les da lustre, ¿sabes? Como si la enseñanza sacara a relucir el lustre de cualquier talento que pueda haber en el mundo. Einstein fue a la escuela, pero a todas luces era un genio, ya sabes, por sí mismo. La enseñanza es una de las cosas más maravillosas jamás inventadas.
JOHN McLELLAN: Me alegra oír eso.
CHARLIE PARKER: Es absolutamente cierto.
PAUL DESMOND: Pues sí.
CHARLIE PARKER: ¿Y bien?
JOHN McLELLAN: ¿Qué otro disco ponemos?
CHARLIE PARKER: ¿Cuál sacamos ahora?
JOHN McLELLAN: Quiero saltarme un poco el orden. Hemos... Charlie ha escogido “Night and Day”, uno de sus discos. ¿Es con una big band o con cuerdas?
CHARLIE PARKER: No, éste es con la banda en vivo. Creo que son 19 músicos.
JOHN McLELLAN: ¿Por qué no lo escuchamos y lo comentamos?
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: “Night and Day”, Charlie Parker con una big band.
PAUL DESMOND: Charlie, esto nos lleva de alguna forma al momento en que tú y Diz empezásteis a aunar esfuerzos. ¿Cuándo conociste a Dizzy Gillespie?
CHARLIE PARKER: La primera vez que, digamos nos conocimos oficialmente, fue sobre el escenario del Savoy Ballroom en 1939, la primera vez que la banda de McShann vino a Nueva York [2]. Yo había estado antes en Nueva York pero regresé al Oeste, reingresé en la orquesta y volví a Nueva York con ellos. Dizzy vino a vernos una noche, creo que fue cuando él trabajaba con la banda de Cab Calloway, y tocó con nosotros. Me quedé fascinado con este tipo, y nos hicimos muy amigos, aún lo somos. Pero ésa fue la primera vez que tuve el placer de saludar a Dizzy Gillespie.
PAUL DESMOND: ¿En aquella época, antes de conocerte, tocaba igual que ahora?
CHARLIE PARKER: No recuerdo con exactitud cómo tocaba entonces, sólo sé que tocaba, lo que en la jerga de la calle llamaríamos un beaucoup de trompeta, ya sabes.
PAUL DESMOND: ¿“Bocú” de trompeta?
CHARLIE PARKER: Sí.
PAUL DESMOND: Ah, vale.
CHARLIE PARKER: Ya sabes, como si fuera a todas partes con el instrumento a cuestas.
PAUL DESMOND: Ya.
CHARLIE PARKER: Y solíamos ir por ahí, a varios sitios, a tocar juntos en jam sessions. Lo pasamos bien en aquella época y, poco después, de que la banda de [Jay] McShann regresara al Oeste –yo me marché con ellos– volví de nuevo aNueva York y me reencontré con Dizzy, en la vieja banda de [Earl] Hines en 1941, en la que entramos a formar parte juntos. Yo estaba en Nueva York y me... nos quedamos en la banda cerca de un año. Éramos Earl Hines [piano] y Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan [segundo piano y voz], Billy Eckstine [voz], Gail Brockman [trompeta], Thomas Crump [saxo alto]. Ah, y también Shadow Wilson [batería]... Unos cuantos nombres que reconocerías en la escena actual estaban en esa banda.
PAUL DESMOND: Menuda colección.
CHARLIE PARKER: Esa banda se disolvió en el 41. En el 42, Dizzy estaba en Nueva York. Formó su combo en el Three Deuces, en Nueva York, y yo entré en el grupo. Entonces fue cuando salieron los discos que vas a poner ahora. Ésos los grabamos en Nueva York en el 42.
PAUL DESMOND: Ya, supongo que la primera vez que oí ese grupo fue cuando viniste al Billy Berg’s [en Hollywood, California].
CHARLIE PARKER: Oh, sí, pero eso fue en el 45, eso fue más tarde... Ya llegaremos a ese punto.
PAUL DESMOND: Sólo estoy indicando hasta qué punto yo estaba retrasado respecto a todo esto.
CHARLIE PARKER: No digas eso, la modestia no te llevará a ninguna parte.
PAUL DESMOND: De buen rollo [risas].
JOHN McLELLAN: ¿Ponemos esto del 42, entonces?
PAUL DESMOND: Sí.
JOHN McLELLAN: Vale, esto es “Groovin’ High” con Dizzy y Charlie.
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: “Groovin’ High”, 1942, con Charlie Parker, Dizzy Gillespie y compañía.
CHARLIE PARKER: Efectivamente.
JOHN McLELLAN: Supongo que eran Slam Stewart [bajo] y Remo Palmieri [guitarra], y no sé quién está al piano.
CHARLIE PARKER: Sí, creo que era Clyde Hart.
JOHN McLELLAN: Probablemente. Sí, creo que sí.
CHARLIE PARKER: Y Big Sid Catlett [batería]… ya murió.
PAUL DESMOND: Decías que en el 42 había un buen ambiente en Nueva York.
CHARLIE PARKER: Sí que lo había. Podría decirse que eran los buenos tiempos, ¿sabes, Paul?
PAUL DESMOND: Sí, claro.
CHARLIE PARKER: Juventud, divino tesoro.
PAUL DESMOND: Dímelo a mí.
CHARLIE PARKER: Bueno, gráficamente, como iba diciendo, divino tesoro, sin un duro en el bolsillo.
PAUL DESMOND: Les habla el abuelo Parker.
CHARLIE PARKER: Teníamos que tocar, no nos quedaba otra, ya sabes, y lo pasábamos muy bien intentando tocar. Hice un montón de jam sessions, muchas madrugadas, mucha buena comida, vida sana, ya sabes, pero por lo general, mucha pobreza.
PAUL DESMOND: Eso siempre está bien... Nada de preocupaciones.
CHARLIE PARKER: Tiene su momento en la vida, desde luego.
PAUL DESMOND: ¿Te habría gustado que ese tipo de situación se hubiera mantenido indefinidamente?
CHARLIE PARKER: Bueno, me gustara o no, se mantuvo, Paul. En cierto modo me alegro de que se terminara... E insisto en lo de "en cierto modo".
PAUL DESMOND: Entiendo.
CHARLIE PARKER: Sí, es algo que disfrutaba un poco, en realidad mucho más, tener el placer de trabajar con los músicos que he conocido. Y también he conocido a gente más joven, gente que va saliendo. Disfruto trabajando con ellos cuando tengo la ocasión. Si se me permite decirlo, eso te incluye a ti, Paul.
PAUL DESMOND: ¡Oh, gracias!
CHARLIE PARKER: Lo he pasado muy bien trabajando contigo, ha sido un placer único, David... Dave Brubeck… David Brubeck. Desde aquel entonces han ido saliendo montones de gente. Te hace sentir que todo lo que has hecho no ha sido en balde, ¿sabes?, que realmente has tratado de demostrar algo y...
PAUL DESMOND: ...Hombre, tú sí lo has demostrado. Creo que has hecho más que nadie en los últimos 10 años a la hora de dejar una huella decisiva en la historia del jazz.
CHARLIE PARKER: Bueno, aún no, Paul, pero ésa es mi intención, aún no he terminado del todo. No he... no me considero demasiado viejo para aprender.
PAUL DESMOND: No, yo conozco mucha gente que ahora mismo te observa con el mayor interés para ver con qué vas a salir en los próximos años, yo me cuento entre los que están en primera fila. Bien, ¿cuáles son tus planes?
CHARLIE PARKER: Hablando en serio, voy a intentar marcharme a Europa a estudiar. Tuve el placer de conocer a un tal Edgar Varèse en Nueva York. Es un compositor clásico europeo. Es francés, un señor muy agradable, y quiere enseñarme. De hecho, quiere componer para mí porque cree que a mí... más o menos en plan serio, sabes, y si me acepta... quiero decir, después de terminar con él, yo podría tener la ocasión de acudir a la Academia de Musicalle en el propio París y estudiar. Mi principal interés es aprender a tocar música, ya sabes.
PAUL DESMOND: ¿Estudiarías interpretación o composición?
CHARLIE PARKER: Ambas cosas. No quiero dejar de tocar mi instrumento nunca.
PAUL DESMOND: No deberías, sería una catástrofe.
CHARLIE PARKER: No quiero permitir que ocurra, no daría resultado.
PAUL DESMOND: Bueno, nos estamos adelantando a la secuencia de discos, pero ha sido muy interesante. ¿Algo que decir sobre Miles Davis?
CHARLIE PARKER: Sí, bien, yo... te diré como conocí a Miles. En 1944, Billy Eckstine formó su propia banda. Dizzy estaba en esa orquesta, también Lucky Thompson [saxo tenor]. Estaban Art Blakey [batería], Tommy Potter [bajo], un montón de gente más y, por último y en último lugar, un servidor.
PAUL DESMOND: La modestia no te llevará a ninguna parte, Charlie.
CHARLIE PARKER: [Risas]Tuve el placer de conocer a Miles en San Luis, cuando era un chaval y todavía iba a la escuela. Más tarde vino a Nueva York. Terminó sus estudios en Julliard, Miles. Se graduó en Julliard y, por aquel entonces, yo estaba empezando a formar mi grupo, ya sabes, cinco miembros, sin personal fijo. Así que formé un grupo y me lo llevé al Three Deuces unas siete u ocho semanas. Y y en aquel momento –después de que se disolviera la banda de Eckstine– Dizzy estaba a punto de formar su propia banda. Pasaban tantas cosas al mismo tiempo que es difícil describirlo, porque pasó todo en cosa de meses. En cualquier caso, me marché a California en 1945 tras disolver mi grupo, el primer grupo que tuve, y no regresé a Nueva York hasta el 47, a principios del 47. Y fue entonces cuando decidí tener mi propia banda de forma permanente, y Miles estaba en mi banda original. Tenía a Miles. Tenía a Max [Roach, batería], tenía a Tommy Potter [bajo] y a Al Haig [piano] en mi banda. Luego tuve otro grupo con Stan Levey [batería], tenía a Curley Russell [bajo], a Miles y a George Wallington [piano]. Pero, creo que por ahí tienes un disco, uno de los que hice con Max y Miles, creo, más un servidor, Tommy y Duke Jordan [piano]. Creo que es “Perhaps”. ¿No es ése? Bien, éste salió en, digamos, en el 47... 46 o 47. Estos temas se grabaron en Nueva York, en los estudios WNEW, en el 1440 de Broadway, y fueron el principio de mi carrera como líder. [3]
JOHN McLELLAN: Vale, escuchemos “Perhaps”.
[Interludio musical]
JOHN McLELLAN: De esta manera, dado que nos hemos quedado sin tiempo y aún hay mucho por comentar, continuaremos con esta entrevista grabada con Charlie Parker a cargo de Paul Desmond el próximo sábado a las 7. Me gustaría recordarles que aprovechen la ocasión, esta noche o mañana, para escuchar a Charlie Parker con su grupo en el Hi Hat y a Paul Desmond con el cuarteto de Dave Brubeck en el Storyville. John McLellan se despide de ustedes con el deseo de que reencontrarles el próximo sábado a las 7 para escuchar la segunda parte de la historia de Charlie Parker y más música...

miércoles, 27 de junio de 2007

Corrado

Últimamente estoy obsesionado con un tema bastante desconocido del gran Miles. Se llama Corrado, es de composición propia y está publicado en The Bitches Brew Complete Sessions. Es uno de los varios temas descartados para el álbum. La verdad es que es un tema bastante particular en su trayectoria pero es brutal.
Es un tema muy oscuro pero con un ritmo hipnotizador que engancha al momento, luego la entrada de Miles haciendo una melodía que no te esperas y ya no puedes parar de escucharlo.
Hay que ver de lo que era capaz este tío, en un disco como Bitches Brew, que tiene muchos minutos de música y fue el primer álbum doble de jazz, tiene material para otros dos cds con temas descartados de una calidad increíble, y este es buena muestra de ello.
Corrado, una joya escondida.

jueves, 14 de junio de 2007

La casa de la calle 77


Encontré una fotografía de la famosa casa de Miles en New York durante 20 años. La casa de la calle 77 que para todo aquel que haya leído su afamada autobiografía, le traerá imágenes muy diversas.
En esta casa organizó su mujer de entonces, la bailarina Frances Taylor, una fiesta en honor de Robert Kennedy en la que al parecer estuvo entre otros muchos famosos, Bob Dylan, premio príncipe de asturias de las artes 2007. Miles relata en su libro que no recuerda haberlo visto y esto me imagino es porque estaría bajo los efectos de...
En el sótano de esta casa ensayaron muchos de sus grupos. De hecho, recién incorporado Wayne Shorter al quinteto con Hancock, Williams y Carter, los puso a ensayar hasta que decidió bajar y unirse al que sería uno de los quintetos más importantes de la historia de la música.
Miles estaba muy orgulloso de su casa que tenía nada menos que tres plantas porque representaba un símbolo de poder y estatus que para el propio Miles representaba su triunfo. él vivía en el primer piso y el resto los tenía alquilados. Cuenta varias anécdotas como un follón que tuvo con sus vecinos y al llegar la policia se llevaron a Miles porque era negro a pesar de que era el propietario del inmueble. También cuenta que un día vino un "blanquito" a reparar algo en la vivienda y al ver a Miles le preguntó si estaba el propietario, hecho que le ofendió profundamente y sobre el que comentó que el "blanquito" no se podía creer que un negro fuese el dueño de esa casa.
También fue aquí donde pasó sus años de oscuridad, inmerso en un mundo de alcohol, cocaína, suciedad y un largo etc. que le tuvo 5 años sin coger la trompeta y vagando de bar en bar todas las noches. Durante este período su casa no vio la luz, permaneció en penumbras y llena de basura por todas partes hasta que su hermana Dorothy y su futura esposa Cicely Tyson lo enderezaron y consiguieron que volviese al ruedo.
A mediados de los ochenta Miles se vio obligado a vender la casa por problemas fiancieros, hecho que le entristeció mucho según cuenta en su autobiografía porque le tenía gran cariño. Ásí que pasó a vivir en un apartamento de New York y cuando resolvio sus problemas financieros se compró una casa en Malibú.
En fin, que me ha sorprendido encontrar esta casa en una página dedicada a Miles porque forma parte indisoluble de su propia historia.

martes, 5 de junio de 2007

Miles Davis cumple 81 años

El pasado 26 de mayo se cumplieron 81 años del nacimiento de Miles Davis. En la página web regentada por su familia anuncian que sus hijos Erin y Cheryl Davis junto a su sobrino Vincent Wilburn lo celebraron en una fiesta que tuvo lugar en el Rock Wall.
Dada la ceniza aficción que tenemos de celebrar siempre las muertes, es saludable ver que se celebran los nacimientos porque siempre aparecen las fechas de las muertes y se celebran los parasiempre aniversarios de la muerte de tal o cual figura. Es mucho má saludable celebrar los nacimeintos, en caso de que haya que celebrar algo porque ese puede ser considerado como un día feliz me imagino, en la vida del homenajeado, pero su muerte supongo que sería su día más trágico.
El 26 de mayo de 1926 vino al mundo Miles Dewey Davis III, nacido en East Saint Louis. Desde su nacimiento ya nada volvería a ser lo mismo en el mundo de la música. 18 años años después se encontraría ya tocando en la banda del más grande saxofonista alto de todos los tiempos Charlie Parker. Comenzó su andadura tocando en la banda más hot de la nueva música, el estilo que cambiaría para siempre el jazz y la música en general, el Be Bop. Tras vivir esta tormentosa época y escribir ya su nombre entre los grandes del jazz comenzaría la que posiblemente sea la carrera más prolífica de la música del siglo XX.
En el 49 realizó su primera revolución inventando lo que se denominaría Cool Jazz con la publicación de Birth of the Cool. Un estilo bien distinto al Be Bop y que se extendería por toda la costa Oeste dejando a intérpretes de la talla de gerry Mulligan o Chet Baker.
Tras unos años oscuros provocados por su adicción a las drogas en los que no faltaron magníficos albums como Walkin´o Bags Groove formó su primer gran quinteto junto a John Coltrane con el que nos dejó uno de los mayores patrimonios musicales de la historia, las míticas sesiones de prestige, y los álbumes Round Midnigth, Milestones y por supuesto el disco de jazz más laureado de todos los tiempos, Kind of Blue. Aunque estos dos últimos grabados a sexteto junto a Cannonball Aderley. Este álbum significaría el comienzo del jazz modal que tantas influencias a tenido en todos los estilos de música.
Mientras tanto grabó tres discos que cambiaron parasiempre la música orquestada de jazz junto al gran Gil Evans, Miles Ahead, Porgy and Bess y Seketches of Spain, que sería también una pequeña revolución al mezclar el jazz con la música española y el flamenco.
Por lo que a finales de los 50, el joven Miles ya había protagonizado tres revoluciones musicales y había estado en otra que era el Be Bop.
En los sesenta grabó junto a su nuevo quinteto con Wayne Shorter al saxo, una serie de álbumes que para muchos representa la mejor época del trompetista. En medio de la Free Thing el quinteto de Miles creó su propio estilo dando un enfoque vanguardista pero a la vez conservando el clasicismo dejándonos obras como E.S.P. o Miles Smiles.
A finales de los 60 comenzaría su cuarta revolución iniciando lo que se llamaría jazz rock o jazz fusion con los álbumes In a Silent Way y Bitches Brew y cambiando para siempre el curso del jazz que empezaría a utilizar instrumentos eléctricos.
Tras cinco años retirado y sumergido en un mundo de drogas y demás, regresaría en los 80 para ofrecernos su quinta revolución aunque también su meos valorada, el jazz funk, por llamarlo de alguna manera, que lejos de la mezcla del rock setentero de suanterior etapa aquí mezclaba el jazz con la música que sonaba en los ochenta utilizando los sintetizadores como base musical. De esta etapa destacan Tutu y Amandla.
Pero Miles no se iría sin hacer ruído. Tras su muerte apareció su álbum póstumo Doo Bop que aunque es una obra inacabada por parte de Miles pero si por el rapero Easy Moo Be, representaría otra revolución más en la música puesto que abriría el paso a un estilo que nacería en los 90. Este álbum mezcla el Hip Hop con el jazz y la música electrónica y esta fórmula tendría exponentes de la talla de Guru´s Jazzmatazz o incluso Saint Germain que se pondría de moda 10 años después de que se publicase Doo Bop.
Con este pequeño texto en forma de homenaje celebro el 81 cumpleaños de Miles porque prefiero brindar por el día que nació y olvidar el día que murió.